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PODEMOS Paracuellos de Jarama

Blog oficial del círculo Podemos Paracuellos de Jarama

Autor

podemosparacuellos

Acta nº 49 29/09/2016

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Acta nº 48 27/05/2016

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Acta nº 47 19/05/2016

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Acta nº 46 01/04/2016

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Acta nº 45 18/02/2016

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Acta nº 44 21/01/2016

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Acta nº 43 27/11/2015

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MACHISMO MATA

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800 mujeres asesinadas en una década. Una década perdida. Pero no son sólo ellas. Son las que denuncian, y las que no tienen posibilidad de hacerlo. Las que caminan con miedo por la calle con las llaves en el puño, por si acaso. Las que son acosadas en el trabajo. Las que son humilladas y amenazadas en sus casas. Las que son golpeadas. Las que son violadas por extraños o por conocidos. Somos nosotras.

Las asesinadas y las vivas. Las que están y las que faltan. Todas.

Para que no quiebren, se rescata a los bancos. Para rescatarlos, se recorta en prevención de la violencia, se cierran centros de acogida. Se privatizan servicios de atención a mujeres. Se destina un 0.01% de los Presupuestos Generales del Estado a la lucha contra la violencia machista. Esas, nosotras, las que valemos el 0.01%, cuyos derechos, cuyas libertades y cuyas vidas están siendo recortadas, salimos a la calle a decir la vida de las mujeres no se recorta. Que si tocan a una, tocan a todas.

Así que aquí estamos. Todas. Y cada una.

Las que están y las que faltan, y también los que hacen falta. Porque si tocan a una, también tocan a todos. Que cada vez que matan a una mujer, una compañera, una amiga, una madre, una hija, una ciudadana, el compromiso que nos hicimos como sociedad se destruye. Salta al espejo desde donde nos mira y nos recuerda lo que debimos ser y no fuimos.

Las que debían estar y ahora faltan. Las queremos todas. Nos queremos vivas. Nos queremos todas, todas, ni una menos. Queremos ganar el futuro. Queremos salir a vivir. Mirarnos en otro reflejo en el que no falte nadie. Queremos un país sin violencias machistas.

Y podemos conseguirlo.

Es por eso que este mes, desde Podemos Paracuellos queremos dedicarle nuestro díptico a este problema de todos y todas, es necesario ponernos en marcha porque ‘Nos puede pasar a cualquiera….’.

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LE PUEDE PASAR A CUALQUIERA

Déborah, era una chica normal que con 17 años empezó su relación con Pau. Él era muy atento, estaba muy pendiente de ella, iba a buscarla al trabajo, a su casa… «Le gustaba porque era virgen a los 17 años y no era una guarra, era una mujer con la que no tenía que agachar la cabeza cuando fuera conmigo de la mano, eso le hacía sentirse orgulloso». Al principio estas frases le hacían sentirse muy halagada, pero pronto Pau se presentó como un chico tremendamente posesivo y celoso. Déborah poco a poco entró en una dinámica que la llevaba a estar siempre preocupada porque él se sintiera bien. Hasta tal punto que modificó sus hábitos para poder agradarle, dejó a sus amigos y a su familia, cambió su forma de vestir, consentía todo con tal de no discutir con él.

Se esforzaba por creer que así ella era feliz, pero se encontraba de mal humor y estaba irritable como consecuencia de la tensión que estaba viviendo dentro de esa relación.

Y llegó la primera agresión, ocurrió en una discoteca, ella bailaba con un chico y Pau reaccionó de forma muy agresiva, «me cogió del pelo y me sacó de los pelos arrastrada, me dijo que era una puta, que se había equivocado conmigo, que no servía para nada, que así no me iba a querer nadie y me tiró en medio de la carretera». Pero inmediatamente llegó el perdón, él, claro, estaba muy arrepentido y prometió que no lo volvería a hacer, la excusa «me quería mucho y no quería perderme».

A los nueve meses tuvieron una fuerte discusión que llevó a Déborah a tomar una decisión drástica, dejó la relación. Pero Pau no lo asumió y empezó a acosarla. Ella lo denunció y tuvo lugar un juicio rápido del que consiguieron una orden de alejamiento.

Durante el maltrato, la víctima está convencida de que el maltratador puede cambiar, no quiere romper con él, sólo quieren que ellos cambien y vuelvan a ser como eran al principio de la relación.

Deborah se mantuvo alejada de su exnovio pero se sentía muy sola, «estuve con ansiolíticos porque tenía muchas pesadillas y porque me quería morir, solo quería dormir, no quería vivir lo que estaba viviendo, no quería sentirme como me estaba sintiendo… no quería esa orden de alejamiento, me arrepentí de todo, entonces empecé a sentirme muy culpable por todo lo que le estaba haciendo».

No pudo aguantar y volvió con Pau, «mi pensamiento era que le había arruinado la vida». Empezaron a verse a escondidas pero esta vez todo era distinto, ella estaba más sometida, se sentía culpable por todo lo que le había hecho y cometió otra vez el mismo error, se alejó más de su familia y la violencia fue aumentando. Cada vez el sometimiento fue mayor y hacía todo lo que él decía y quería, por miedo a perderle, al conflicto… ya ni siquiera era por agradarle, todo para que no se enfadase.

Por suerte Déborah se apoyó en su familia que veía como poco a poco iban perdiendo a su hija. Su madre tuvo que ver como llegaba unos días con el bolso roto, otros días con moratones en los brazos,… y se sentía impotente ante lo que estaba viendo. Tuvo que esperar a que Déborah diera el paso par poder ayudarla. Han pasado ya varios años, ya se reconoce en el espejo y vuelve a tener una vida como la del resto de sus amigas y disfruta de una relación sana como siempre había querido.

Ella luchó por salir, pero el primer paso era darse cuenta de donde estaba.

«No debes permitir jamás a nadie una falta de respeto y mucho menos una agresión porque lo que he aprendido es que la primera ostia es la que más cuesta dar, todas las demás vienen de carrerilla».

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MICROMACHISMO, ¿Sabes lo qué es?

Def. Práctica de violencia en la vida cotidiana, tan sutil que pasa desapercibida pero que refleja y perpetúa las actitudes machistas y la desigualdad de las mujeres respecto a los hombres. Es el caldo de cultivo de la violencia machista: maltrato psicológico, emocional, físico, sexual y económico.

¿Tú también eliges?

MICROMACHISMO

Empieza por cambiar tu día a a día y construyamos núcleos familiares donde desaparezca cualquier tipo de violencia incluso los micromachismos:

«¿Qué hay de comer?

«No me di cuenta»

«Carino, tu hijo está llorando»

«Ayer pasé la fregona por ti»

«Así vas provocando»

«Mujer tenías que ser»

«¡Calla! Tú de esto no sabes»

Y sigue por formar una sociedad más igualitaria.

No ayudes, colabora

No la llevas, la acompañas

No se lo compres, regálaselo

No se viste para provocar

No son el sexo débil

También está cansada, ¡Cuídala!

016 maltrato telefono

Porque la sonrisa es la única señal que debes de tener en la cara.

No esperes, llama.

Podemos contra las Violencias Machistas.

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